lunes, 27 de mayo de 2013

lunes, 20 de mayo de 2013

¿Es el branded content periodismo?

Uno de los efectos que ha provocado la doble crisis en la que está inmerso el periodismo es que cada vez existan menos oportunidades de empleo en los medios de comunicación. Esto afecta tanto al volumen de contratos como a las colaboraciones de freelances.

Una de las pocas salidas laborales que ha surgido para los licenciados en periodismo es la creación de contenido para las marcas, el branded content, o lo que es lo mismo: asumir la elaboración de contenidos de empresa y difundirlos a través de sus propios canales como blogs o redes sociales.

En el mundo anglosajón, a la creación de contenidos de marca se le llama brand journalism y durante los últimos meses, en España se está asumiendo la traducción periodismo de marca para designar algo que tiene muy poco que ver con el periodismo y, según he podido comprobar, está generando confusión sobre lo que es una cosa y otra.

Trabajar para el gabinete de comunicación de una empresa o hacer periodismo no es lo mismo. Ambas son profesiones igual de dignas, e incluso a veces resulta más honesto hablar en nombre de una marca porque está muy claro a quién se representa, algo que en periodismo no es tan evidente en muchos casos porque, por desgracia, no es raro que se publiquen piezas que el lector cree objetivas en función de intereses políticos o económicos ocultos.

Hacer branded content no es periodismo porque el contenido que se crea está necesariamente condicionado por los intereses de una marca, y hacer periodismo -por naïf que hoy pueda parecer- es crear contenido sin otra razón más que ofrecer un servicio público: generar información de interés que resulta más útil cuanto más ayuda a combatir injusticias, a cambiar las cosas.

Es cierto que el periodismo necesita volverse a encontrar y que el término se ha corrompido por las malas prácticas, pero aunque sea solo por los grandes profesionales que han existido y los que hoy en día tratan de ejercer su profesión con honestidad tenemos la obligación de defender el verdadero sentido de esta palabra.

Mejor hablar de creación de contenidos de marca. Este es el Storify de la conversación que propició este post.